Grietas.


No recuerdo en que momento me torcí,
soñando con los bosques de Redwood
me busco entre las grietas ocultas de los árboles
por las que fluctúan el tiempo que ya perdí.

Cada vez más rota por dentro,
luchando por sostener los fragmentos que me quedan
me queman la entrañas
en las que moran aún sus restos.

Lo reconozco: estoy vacía,
apenas siento y si llego a conseguirlo
olvido rápido los momentos en los que albergo
la esperanza de querer seguir con este sin sentido.

De estación en estación,
mirando de lejos a la melancolía
ando por las vías en busca de besos prohibidos
que me permitan resurgir de las cenizas.

Créeme si te digo que no quiero retenerte,
soy nómada como el viento
no tengo raíces pero aunque no sea gran cosa
jamás llegaré a ser como el resto.

Mis ideales grabados a fuego,
me recuerdan por qué sigo aquí
pero mientras las heridas cicatricen
seguiré sumergida en el caos que hay en mí.

Perdóname hermano por el error que cometí,
no tengo miedo a la caída
pero es este abismo en el que habito
lo que me oculta la salida.

Voy encontrando razones para seguir,
y aunque me invadan los demonios
en mis noches de insomnio
la muerte retrocede cada vez que las imploro.





No hay comentarios:

Publicar un comentario