Desencanto.

A veces no quiero ni verme por las mañanas,
huyo del espejo y me escondo entre las sábanas.
Y reconozco que a veces pierdo los nervios, 
pero eso es por culpa de todos aquellos recuerdos.

Últimamente en mis sueños, ando buscando un camino,
de esos en los que no hay piedras ni pies doloridos.
Siento que tengo un destino, pero luego en la realidad no le encuentro sentido.

A veces pretendo encerrar todas mis ganas en un botecito,
para poder soltarlas y abrir ya las alas,
pero es que tengo enemigos que viven en mi cabeza,
que no quieren irse y engañan a mi conciencia.

Creo que voy a creer en la hipocresía, 
porque creyendo en lo justo no se hizo justicia.
Y ahora que he saboreado, este gran desencanto,
y ahora que por fin ya veo...
cerraré los ojos.



El hilo de la vida.


Cuando una mente sensata se vuelve completamente enfermiza, los sueños ya no son sueños, si no atisbos de la realidad que la envuelve… y  quema, te quema hasta los huesos de las muñecas, haciendo temblar tus manos justo cuando consigues sostener un trozo de cordura.

Y te suspende en un estado de paranoia del que te vuelves adicto, pues sabes que jamás estarás tan lejos de la realidad, y al mismo tiempo tan cerca de esa verdad que todos buscan.

Aunque me desprenderé de mis recuerdos, coseré todos ellos con el hilo de las Parcas, creando una constelación en el firmamento que me recuerde cada noche al contemplarla, lo que fui y lo que pude llegar a ser.

No permitas que continúen decidiendo tu destino, pero recuerda…todo tiene un precio, incluso la imaginación. 


Wait.

Es como uno de esos sueños en los que ves que alguien ó algo va a herirte, y sin embargo nunca llega el momento exacto en el que lo hace. Sin embargo ese momento se queda como suspendido en el tiempo, mientras imaginas lo doloroso que puede llegar a ser ese impacto que no llega, esa agonía que no termina, ese nudo en el estómago.

Cualquier intento de lucha es en vano y tus gritos se vuelven mudos para hacerte sentir si cabe, aún más indefensa y sola en la simulación de un mundo del que ya te sientes indiferente.

Es curioso como la mente puede recrear a la perfección un dolor que jamás has sentido...
¿O tal vez sí?.





Locura.


Todo se queda en estado latente. Se escucha un murmullo, una risa, una melodía, unos pasos que se acercan y que parecen seguir el ritmo de su propio corazón. 
Llantos, gritos, golpes, tambores, disparos que atraviesan hasta el sonido, haciendo que las vibraciones por un momento pierdan su armonía para unirse al caos que siente ir más acorde con sus pensamientos.

Esa voz...todo le parece efímero, por un momento no existe el tiempo, y la oscuridad desaparece dando lugar a rayos de luz tan intensos que hasta puede sentir como se dilatan sus pequeñas pupilas.

No quiere despertar de su locura, quiere dejarse llevar, quiere que su subconsciente lleve las riendas de este juego, un juego que teme y admira, un juego cuyas normas se perdieron por el universo.















Demasiado.



-¿Sábes? alguien me dijo una vez que la palabra "demasiado" es un error. Creo que se refería a que querer demasiado implica que ya no puedes dar más de ti mismo, porque estas agotado. Y de ahí en adelante, lo que sientas ya no será único, será simplemente otro exceso en tu vida, otra carga más.

-¿Y tenía razón?

-No te puedes hacer una idea...


Coming back


Hace demasiado tiempo que no escribo por aquí, aunque he de decir que tengo mis razones. De todas formas no hay que ser muy listo para darse cuenta que escribir, lo que es escribir bien...no es lo mío. Aunque eso para mi desgracia, no signifique que no me guste hacerlo.

Como mi vida ha dado un cambio bastante grande, también lo dará el blog, un blog que está tan abandonado que dudo que alguien siga leyendo, aún así me parece un buen lugar donde escribir lo que se me pase por la cabeza y desahogarme de vez en cuando, porque ya no gano para libretas.

Cuando digo que mi vida ha cambiado, no me refiero estrictamente a las circunstancias, si no a lo más importante: a mi manera de pensar y de ver las cosas. Para bien o para mal, cada uno aprende a sobrevivir a su manera... y ciertas filosofías de vida, aunque algunas sean más correctas que otras, derivan de un mecanismo de defensa que hemos tomado inconscientemente a raíz de nuestras experiencias.

Sigo perdida, como millones de personas, pero ahora ya no me importa si me encuentro ó no, adoro estarlo y saborear cada duda y miedo que surge por mi cabeza, no se vosotros...pero al menos a mí, me recuerda que sigo viva.