¿Y tú?...¿Quién eres?,
¿cómo te atreves a meterte así en mi mente?.
Ni siquiera te vi venir,
y encima pones el tiempo contra mí.
No te llamo,
pero te espero.
Y eso me desespera.
¿Acaso no lo ves?,
no quiero quererte.
Pero es ver tu sonrisa,
y ya me pierdo en posibilidades infinitas.
Sí, esa sonrisa,
que ha raptado mi cordura,
dejándome a solas con la locura.
Pero vale, esta bien,
quédate con mi cordura,
al fin y al cabo nunca la usé demasiado.
Para qué voy a mentirte,
me has tocado hondo,
y temo que el precio que tendré que pagar,
será terriblemente alto.
Conozco muchos de los fantasmas que viven en tu cabeza,
y me asusta reconocer,
que eso es lo que más me atrajo al conocerte.
Pero no te preocupes,
chico de los ojos de infarto,
que yo te ayudaré a calmarlos.
Si me dejas.
A veces me pregunto si eres de verdad,
o sólo otro estúpido y breve romance
producto de mi desconsiderada imaginación.
Sea como sea,
acabemos donde acabemos,
gracias por haber hecho acto de presencia
en este teatro al que llamo:
"mi desastrosa vida".
No hay comentarios:
Publicar un comentario